Sea como fuere, disfruté mucho aprendiendo la técnica.
Me gustaba el resultado final de los trabajos que se podían realizar y la variedad de modelos que se podían obtener con tan solo cambiar el color de las telas.
Así que en cuanto tuve la ocasión me puse manos a la aguja y empecé con algo sencillito.
La primera funda que hice fue ésta...
Como me supo a poco y me quedé con ganas de más le hice otra a mi princesa para poner las suyas...
La elección de los colores no resultó difícil... tenía que ser rosa. Con mi peque la cosa anda entre rosa y lila.
Aquí las dos juntitas...
Desde entonces tengo un par de proyectos en mente que cuando empiecen a tomar forma os iré mostrando. Son proyectos de aquellos en que las musas son insistentes y no te dejan hasta que se concreta y se ponen las manos a la obra. Así que estoy en ello...
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Acepto encargos personalizados.
Recordad que siempre estaré encantada de recibir vuestros comentarios.
Gracias por acompañarme en esta aventura. Espero volver a veros pronto.